PREPARACIÓN FÍSICA
EN VELA LIGERA
La Vela Ligera es un deporte muy especial. Te exige estar en forma, pero
navegar no te pone en forma. Debes estar fuerte y ágil, pero navegar no te pone
fuerte y ágil... Hay deportes, como el ciclismo, la natación, que su práctica
va mejorando las condiciones físicas de sus deportistas. Otros deportes, como
el boxeo o la misma Vela Ligera, necesitan de entreno complementario para
alcanzar la forma y fondo necesario para poder rendir de forma óptima sean
cuales sean las condiciones con las que nos encontremos. El ejemplo del boxeo
es bien gráfico en este sentido; los boxeadores no logran ese físico que lucen
en los rings liándose a golpes con otros púgiles. Sus
deltoides o bíceps no se han desarrollado gracias a los puñetazos que han
propinado a un saco de tierra o a otro boxeador, pero los necesitan para la
contundencia de sus golpes. ¿Cuál es el secreto? Muy sencillo: gimnasio, footing, saltar a la cuerda... Entreno, entreno, y más
entreno. Y sólo cuando están en forma se suben al ring.
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Clase 420 |
El caso de la Vela
Ligera, sin ser tan exagerado, viene a ser similar. Necesitamos ser ágiles para
poder hacer rápidamente las maniobras. Necesitamos fuerza para poder aguantar
bien un spinnaker con fuerte viento, necesitamos
resistencia para aguantar bien hasta el final dos, tres o hasta cuatro regatas
que haremos en un solo día. Pero esas regatas, o los entrenos
a bordo que hagamos previamente, no son las que nos
van a dejar el cuerpo en condiciones. Es más, si no llegamos preparados no lo
aguantaremos y veremos que gente con incluso menor técnica que la nuestra nos
supera claramente.
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Clase Star |
Evidentemente que es
necesario un entreno en el barco. Pero tan importante como eso será el entreno
que hagamos en tierra. Hemos dicho que las condiciones físicas que requiere un
buen velaligerista son fuerza, agilidad y
resistencia. La fuerza, tal vez la menos importante de las tres, la ganaremos
rápidamente en el gimnasio, con pesas, poleas, mancuernas, etcétera. ¿Qué se
necesita? Sobre todo fortalecer la parte superior del cuerpo. Los deltoides nos
permitirán subir un spi rápidamente, los bíceps y los
dorsales bien formados lograrán un cazado de velas correcto incluso en las
condiciones de viento más duras. Pero no se debe circunscribir nuestro
ejercicio en el gimnasio a unos grupos musculares concretos. Si nos fijamos,
veremos que los buenos regatistas tienen un desarrollo corporal uniforme, una
buena armonía muscular.
En el gimnasio debemos trabajar también la agilidad. Nada peor que un cuerpo
agarrotado para hacer maniobras rápidas. Un buen profesor de gimnasia debe
poder realizar un programa de entrenamiento que combine fuerza y velocidad,
adaptado a nuestra propia anatomía y necesidades. No es lo mismo el ejercicio
que debe realizar un patrón que un tripulante, por lo que los trabajos a
realizar deben estar pensados y orientados a ello.
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Clase 420 |
La resistencia... es
tal vez el más espinoso de los temas ya que interviene mucho el factor
psicológico. Hay gente que se rinde antes, hay el que no se rinde hasta caer
agotado. En una ocasión vi a un regatista
que se había olvidado los guantes en un día de viento y pese a acabar con las
manos ensangrentadas aguantó hasta el final. A cara de perro. Otro, y todo el
mundo lo hubiera comprendido, se hubiera rendido al primer o segundo rasguño.
Es cuestión de carácter. De todas maneras, hay casos claros en los que se ve la
importancia de la resistencia. Una ceñida larga, en la que el patrón debe ir
colgado, sin resistencia en seguida se subirá y dejará de hacer toda la banda
posible. Otro caso: viento medio, en el que el tripulante se cuelga al trapecio
pero con las piernas sin llegar a estirarse del todo. Ahora sí, ahora no....
eso agota. Pero hay quien lo hace, ¿verdad? Hay quien aguanta el tipo y
mantiene el barco plano desde el principio hasta el final, lo que se nota
muchísimo. Hay quien, en un largo en condiciones duras lleva el spi siempre en el punto crítico, sin dejar de trimarlo en ningún momento. Eso se logra si tenemos una
buena condición física.
Si deseamos navegar por navegar, si sólo queremos salir a pasear con vientos
amables, a oir el sonido del viento y del mar, a
tomar el sol en un vela ligera, ya estamos listos.
Cualquiera puede. Pero si lo que deseamos es hacer deporte, regatear, exprimir
el barco sean cuales sean las condiciones meteorológicas, debemos recordar que
el barco y nosotros formamos una unidad. Debemos ofrecerle lo mismo que vamos a
exigirle: que sea capaz, que no se rinda, que dé la talla.
Nos probamos en el mar. Debemos salir de tierra preparados para ello.
POR, Eduard Rodes Patrón
RS 800 C.N.
El Masnou Barcelona,
España