Navegación en Competencia
Las Reglas de Oro de la
Táctica
por Juan Carlos Soneyra
La Táctica consiste en un sistema
especial de acciones inteligentes que se emplea disimulada y hábilmente para
conseguir un fin inmediato.
Muchos lectores pueden
confundir táctica con estrategia a la hora de enfrentar una competición, pero
en rigor de verdad cuando la competencia se inicia queda poco tiempo para la
estrategia ya que ésta es el arte de dirigir una operación y mal puede pensarse
en emplear estrategia cuando se enfrenta a un problema real que debe resolverse
de inmediato. Allí lo que se requiere es Táctica.
Pongamos como ejemplo la
regata a Río. La Estrategia
comprenderá la planificación de la derrota mediante un estudio de los vientos y
corrientes más frecuentes para esa época del año, puede contener dos o más
alternativas; la conformación de la tripulación, buscando a las personas que
más eficientemente cumplan roles y funciones y tengan capacidad de convivir en
armonía en situaciones difíciles; la programación de los abastecimientos, en
forma de comida y bebida y su conservación por el tiempo de duración de la
travesía; las partes, piezas y repuestos para asegurar el funcionamiento de
todo equipo vital; las revisiones y mantenimiento de casco, cubierta, herrajes,
maniobra, jarcia, velamen, instrumental, comunicaciones, cartografía y planta
propulsora; las exigencias de las instrucciones de regata con respecto a la
seguridad y equipamiento en general; la evolución de las masas de aire en las
semanas previas a la partida; Etc. Etc.
Llegada la hora de la partida la estrategia a seguir debe estar clara y solo
admitirá variantes si las consecuencia han sido anteriormente calculadas o las
vías de acción se encuentran ante las alternativas posibles.
La Táctica consiste en
acciones, a desarrollar aquí y ahora, que permitan cumplir con la estrategia o
solucionar, con la mayor rápidez y el mínimo de pérdida, los conflictos que en
su desarrollo aparezcan como impedimentos.
Como Reglas de Oro de la
Táctica corren detalladas las siguientes:
1) EVITE SER BLANQUETEADO.
El aire libre fluyendo sobre las velas es el más eficiente medio de propulsión
primario, las turbulencias producidas por la acción de otras velas en el flujo
de aire disminuyen la eficiencia en el velamen propio y lo demoran o lo
retrasan en la competencia. Sepa que esta blanqueteado cuando su veleta apunta
u otro competidor.
2) EVITE LAS POSICIONES
DESESPERANZADAS. Ser el barco que está más a barlovento cuando está
pronosticada una negada o el de más a sotavento cuando se espera una prestada
son situaciones desesperanzadas que se deben evitar. No navegue hasta las
lay-line prematuramente, las negadas o prestadas lo pueden dejar sobrado de la
marca y habrá regalado valiosas esloras.
3) EVITE QUE ALGUIEN ASUMA
UNA POSICION SEGURO A SOTAVENTO DE SU PROA. Ese yate desviará el flujo de aire
que incide sobre las velas del yate de barlovento de igual forma que si lo
afectara una negada y progresivamente irá cayendo hacia sotavento o hacia
atrás. Paralelamente, las reglas de regata indican que el yate de barlovento es
el que debe mantenerse claro.
4) SI NAVEGANDO CON BUENAS
HACIA UN CRUCE, RESULTARA CONVENIENTE ALENTAR EL PASAJE DEL OTRO COMPETIDOR
PARA EVITAR QUE VIRE POR AVANTE NO DUDE EN HACERLO INVITANDOLO A PASAR O CEDALE
ESPACIO PARA QUE LO HAGA SIN RIESGO. En cambio, si desea forzarlo a virar
reclame por su derecho de paso y su falta de obligación para cambiar de curso.
5) PARTA LO MAS CERCA POSIBLE DEL EXTREMO DE LA LINEA DE PARTIDA QUE
ESTA MÁS CERCA DEL VIENTO. Si bien los Oficiales del Día se esmeran en sembrar
una línea de partida perpendicular al viento relativo, muy pocas veces lo
logran, o no tienen habilidad para corregirla cuando se presentan pequeños
borneos.
6) IGNORE LA POSICION DE LA
MARCA DE BARLOVENTO CUANDO DECIDE DONDE PARTIR (si la primera pierna es una
bordejeada). En la elección del extremo de la línea de partida que más favorece
guíese por lo comentado en el punto anterior y no por la apariencia de cercanía
o lejanía que presenta la marca de barlovento con respecto a un extremo de la
línea.
7) MANTENGASE EN PRIMERA
LINEA YENDO HACIA LA LINEA DE PARTIDA. No adopte segundas líneas que lo dejaran
estático por largo tiempo debido a la falta de viento. Tome la iniciativa.
Busque hacerse de espacio donde más le convenga. Maniobre con agilidad y
reclame con vehemencia espacio cuando las reglas le den ese derecho.
8) TOME ALGUNA ENFILACION
QUE LE PERMITA SABER CUANDO ESTA SOBRE LA LÍNEA DE PARTIDA. Esta tarea se
realiza en las evoluciones previas a la partida. No siempre es posible, pero
ocasionalmente un extremo de la línea de partida puede ser proyectado sobre la
costa o algún objeto fijo al fondo (baliza, boya, yate fondeado), de modo tal
que le permita establecer una enfilación de seguridad para no largar pasado.
También será útil para apreciar, en caso de llamada individual, si Ud. es uno
de ellos y reaccionar lo antes posible. Los segundos perdidos en reaccionar
ante una llamada son muy importantes y la diferencia entre una posición
irrecuperable o mantenerse en carrera.
9) MANTENGASE ENTRE SU MÁS
INMEDIATO ADVERSARIO Y LA PROXIMA MARCA DEL RECORRIDO. Esta regla de oro le
permite neutralizar los cambios de la situación hidrometeorológica y adoptar la
misma acción que su adversario, que estando cubierto está controlado.
10) CON VIENTO FRANCO,
EVITE SER TAPADO Y NAVEGUE DIRECTO A LA PROXIMA MARCA. Su adversario tratará de
quitarle viento como una forma de lograr disminuir su ventaja, no permita que
lo haga, maximice su VMG o trasluche y vuelva a hacerlo con aire limpio.
CORTO ASOCIADO Este pequeño comentario
esta asociado a lo que se describe en el artículo precedente y si bien no es
materia directa del tema tratado tiene un interés especial para el lector.
VIENTO RELATIVO
El Oficial del Día cuidadoso de su misión mide el viento para orientar la línea
de partida y para situar las marcas del recorrido. La lancha de la comisión de
regatas y las marcas del recorrido estarán firmemente unidas al fondo durante
la regata (ojalá así sea) pero el viento que impulsará a los yates en torno al
circuito será un viento diferente del que barre la superficie de las aguas.
En efecto, los yates se desplazan respecto al fondo y a las marcas del recorrido sometidos a la acción conjunta de dos agentes,
el viento y la corriente. La forma correcta de medir la dirección del viento es
hacerlo al garete, es decir, estando sometido a la acción conjunta del viento y
la corriente para determinar la dirección de desplazamiento del aire en esa
condición. La medición resultante será un viento producto de la composición
vectorial del viento meteorológico con el producido por la corriente, de igual
dirección y velocidad que ella pero de sentido contrario.
Midiendo ese viento relativo y sembrando la línea y las marcas según él se
estará más cerca de obtener una línea de partida equilibrada y una bordejeada
que no de "de borde".